Los desafíos para la educación pospandemia
Los impactos generados por la pandemia de la Covid-19 brindaron nuevos desafíos y rompieron paradigmas en la comunidad académica, así como en la Educación Superior y Profesional Tecnológica del país.
Así, al mirar el año que termina y evaluar lo que comienza, Rede Nacional de Ensino e Pesquisa (RNP) en la edición del Foro RNP 2020: Encuentro con el futuro, propuso un debate entre los rectores representantes de la Associação Brasileira dos Reitores das Universidades Estaduais e Municipais (Abruem), Rodrigo Zanin, de la Associação Nacional dos Dirigentes das Instituições Federais de Ensino Superior (Andifes), Edward Madureira, y del Conselho Nacional das Instituições da Rede Federal de Educação Profissional, Científica e Tecnológica, (Conif), Jadir José Pela, para que comenten sus experiencias, problemas y las oportunidades que la educación a distancia ha aportado al entorno académico.
Necesidad de revisar conceptos
La pandemia y sus consecuencias derivaron en los gestores, lo que el presidente de Andifes y rector de la Universidade Federal de Goiás (UFG), Edward Madureira, denomina “desafíos de la imprevisibilidad y revisión de conceptos”, obligando a la toma de decisiones diarias y sin rumbo definido. Cuando se suspendieron las actividades presenciales al inicio de la pandemia, durante 15 días, la expectativa giraba en torno a la normalización y regreso rápido. Sin embargo, el escenario permanece indefinido, abriendo un nuevo campo de debate y readecuaciones, tanto estructurales como sociales.
Para Rodrigo Zanin, presidente de Abruem y rector de la Universidade do Estado de Mato Grosso (Unemat), el momento de la pandemia significó que, además de revisar conceptos, también se tuvieron que acelerar los procesos. “Necesitamos avanzar en el tema de ofrecer educación superior en la educación a distancia, quizás, en 10 años”, comenta. Lo que resultó en la reorganización en la forma de reproducir la enseñanza que antes se aplicaba presencialmente al modelo online y a distancia.
Por tanto, los impactos de estos cambios físicos provocados por la pandemia fueron los principales desafíos vividos en la enseñanza del sistema federal, en el entorno tecnológico. Para el presidente de Conif y rector del Instituto Federal de Espírito Santon (Ifes), Jadir Pela, los más de 650 campus, presentes en diferentes regiones del país, carecen de acceso a internet para dar continuidad a la educación, la investigación y la extensión. “La cuestión principal es la conectividad”, enfatiza.
Desafíos estructurales, pedagógicos y sociales de la educación a distancia
Y si la barrera de la conectividad es una de las causas más presentes en el entorno académico remoto, como comenta Jadir, para Rodrigo los problemas sufridos en las instituciones se pueden clasificar en diferentes puntos, como estructural, pedagógico y social. “Creamos ayudas para los estudiantes, como chips y recursos financieros para que pudieran acceder a Internet de forma remota. El problema es que hay estudiantes que viven en lugares que no tienen esta conectividad y no podemos garantizar este acceso”, explica.
Además de las estructuras, los problemas pedagógicos afectan tanto a los funcionarios técnicos como a los profesores, así como a los estudiantes. La necesidad de adaptar la educación realizada de forma presencial a la remota fue también uno de los grandes obstáculos experimentados a lo largo de 2020. “No se puede poner a 40 estudiantes frente a una pantalla pequeña para tener cinco horas de clase, como uno lo hace de modo presencial. Entonces, hay que repensar y crear una nueva cultura basada en una resistencia muy fuerte”, enfatiza Rodrigo.
Por tanto, cuando los desafíos se centran en las barreras sociales, las diferencias económicas también son muy evidentes. “Cuando el alumno está en la sala de clases, allí, supuestamente todos tienen las mismas condiciones de acceso”, acota Rodrigo.
Sin embargo, al mencionar las diferencias sociales con respecto a la educación a distancia, las dificultades son mayores, “tenemos estudiantes que tienen laboratorios en casa, computadoras, notebooks, pero tenemos estudiantes que tienen un celular al que ni siquiera se le puede llamar smartphone, y lo ponemos a todos en el mismo paquete. Entonces, así, revelamos una diversidad social, un abismo social, muy grande en nuestro país”.
En un intento por brindar acceso a una educación de calidad, Jadir comenta sobre la inversión en capacitación para profesores y estudiantes, además de la ayudar para que los estudiantes puedan usar computadoras, tabletas y recursos a través de la asistencia al estudiante.
“Ahora mismo hemos hecho una alianza con RNP para que nuestros alumnos que tienen ingresos inferiores a un salario mínimo puedan utilizar los chips. En 2020, lo más importante fue lo que aprendimos nuevamente. La pandemia nos ha puesto en situación de reaprender muchas cuestiones de nuestra red, como instituciones”, concluye.
¿Qué esperar de la educación pospandemia?
"No vamos a tener ningún tipo de regreso a la etapa anterior", comenta Edward. Para él, el futuro de la educación pospandemia estará guiado por la nueva normalidad. “Entraremos en una nueva normalidad, pero con la presencia muy fuerte de estos instrumentos en nuestro día a día, porque permiten la flexibilidad del tiempo, permiten desarrollar el trabajo colaborativo, sin imaginar que habrá una sustitución del presencial por el remoto, esto no sucederá. Pero avanzaremos con mucha fuerza hacia un sistema híbrido de educación, donde las tecnologías, las actividades a distancia convivirán con las necesarias actividades presenciales”.
En general, el año 2020 trajo nuevas posibilidades de educación, investigación y extensión en formato colaborativo. Donde, a pesar de las dificultades, la red creada por varias instituciones permitió un entorno compartido, con posibilidad de reunir competencias para desarrollar nuevas formas de actuar.
“Y ya veo que nuestras fronteras institucionales y las fronteras de sistemas desaparecerán, ya sean las fronteras físicas, las de reglamento o de cualquier otro tipo, sí podremos empezar a pensar en el sistema nacional de educación superior y tecnológico. A fin de cuentas, las posibilidades de interacción e integración institucional son infinitas y creo que, con ello, quien va a ganar es la educación brasileña”, concluye Edward.
En cuanto a lo que se puede esperar de la educación en 2021, Rodrigo analiza un cambio de era. “Sin duda, tendremos un nuevo modelo de educación, pospandemia. Probablemente estamos atravesando un cambio de era, pero como vamos a aceptar, ponderar y resolver los desafíos que se han vuelto gigantescos para nuestras instituciones, es un gran desafío que no podremos resolver de forma individual”.
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