Racionamiento en internet

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- 28/01/2015

[[{"fid":"1297","view_mode":"default","fields":{"format":"default","field_file_image_alt_text[und][0][value]":"","field_file_image_title_text[und][0][value]":""},"type":"media","link_text":null,"attributes":{"style":"height: 301px; width: 200px; float: left; margin-top: 10px; margin-bottom: 10px;","class":"media-element file-default"}}]]Es real y no virtual: las direcciones IP – identificación necesaria a todo ordenador o dispositivo para conectarse a internet – se están acabando. El escenario es similar al ocurrido con los Códigos postales en Brasil, hace algunos años, cuando cambiamos de cinco para ocho dígitos y, recientemente, con los números de teléfonos móviles, que ganaron un dígito, primero en São Paulo y ahora en las demás ciudades.

Es un cambio tecnológico previsible y solucionable. El IP que se está acabando es una dirección de 32 bits, de la versión 4 del Internet Protocol, el IPv4. Controlado por Internet Assigned Numbers Authority (Iana), el “stock” central de direcciones IPv4 ya se agotó. En Brasil, desde junio de 2014, las direcciones IPv4 entraron en “terminación gradual”, como definió el Núcleo de Información y Coordinación del Punto BR (NIC.br), que distribuye las direcciones IP en el país. Es el “fin” de los recursos de la versión 4, que significa el inicio de un racionamiento severo.

Incluso según el NIC.br, a partir de ahora, las organizaciones en Brasil podrán recibir, como máximo, 1.024 direcciones IP cada seis meses, aunque justifiquen la necesidad de bloques más grandes. Fueron reservados dos millones de direcciones IPv4. Acabado ese stock, aún hay dos millones de direcciones IPv4 que se distribuirán sólo para nuevos solicitantes, limitados a una única asignación de, como máximo, 1.024 direcciones.

Ya previendo ese escenario, el Internet Engineering Task Force (IETF) publicó, en 1998, la RFC (Request for Comments) 2460 del IPv6, la versión 6 del protocolo IP, que usa 128 bits para direccionamiento, que representa cerca de 79 octillones de veces más direcciones que los disponibles actualmente en IPv4. Con esa enormidad de nuevos “Códigos Postales virtuales”, la previsión es que todo tipo de cosa, como electrodomésticos, accesorios, ropas y seres vivos, puedan conectarse a internet, llevándonos a un nuevo mundo de Internet de las Cosas, con todo conectado e interaccionando entre sí.

Durante un período de transición, el IPv6 convivirá con el IPv4, inicialmente interconectando islas de direcciones de IPv6 en una internet mayoritariamente IPv4 y, en el futuro, ojalá lo contrario, islas de IPv4 en una internet mayoritariamente IPv6. Hay técnicas para esa transición, que permiten la interoperabilidad de los ordenadores y dispositivos IPv6 e IPv4. La implementación no tiene costo tan alto, pues no demanda el cambio de todos los equipos.

Sí, hay que emprender un esfuerzo de ingeniería de red para, una vez seleccionada la técnica de transición, implementarla y ponerla operativa en una subred, formando islas de IPv6 y, gradualmente, expandir los elementos de red, computados y dispositivos para cuidar de toda internet.

 Según los datos de NIC.br, 68% de las organizaciones en Brasil que forman parte de internet como sistemas autónomos ya se concientizaron y asignaron bloques IPv6. Sin embargo, la utilización del IPv6 es baja en todo el mundo. Google ve 4,5% de sus usuarios utilizando IPv6 en el mundo. En Brasil, el porcentaje es de menos de 1%.

RNP ha apoyado las acciones de NIC.br, de estímulo para optar por IPv6. Nuestro brazo de capacitación, la Escuela Superior de Redes (ESR), mantiene curso para los administradores de redes LAN y WAN en la implementación de soporte al protocolo IPv6 en las redes de sus organizaciones. Además, buscamos sensibilizar las instituciones usuarias sobre la importancia de optar por el IPv6, preparándose para esa transición del IPv4 al IPv6.

 

*Eduardo Grizendi es director de Ingeniería y Operaciones de RNP y profesor en el Instituto Nacional de Telecomunicaciones (Inatel).