Con el programa Brasil 6G, el país anticipa la llegada de la nueva generación de redes móviles

Coordinada por la RNP, la iniciativa entra en su tercera fase en el segundo semestre de 2024

Para posicionar a Brasil a la vanguardia de las redes móviles de sexta generación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI) creó el programa Brasil 6G. Coordinado por la RNP y ejecutado por el Instituto Nacional de Telecomunicaciones (INATEL) en colaboración con el Centro de Investigación y Desarrollo de Telecomunicaciones (CPQD) y varias universidades, el programa busca evitar los problemas enfrentados con la llegada de la tecnología 5G a Brasil. La tecnología no estaba adaptada a la realidad brasileña, requiriendo estudios adicionales, por lo que se atrasó su adopción.

 “Brasil no sabía qué hacer con la 5G porque no teníamos incentivos para los estudios, simplemente aceptó lo que venía de afuera. La tecnología no se adaptó al escenario brasileño y no tuvo en cuenta aspectos como relieve, temperaturas o cambios geográficos, lo que generó la necesidad de más investigaciones”, explicó Fernando Farias, coordinador de Investigación y Desarrollo de la RNP.

Farias forma parte del equipo de investigadores que trabaja para preparar a Brasil para la futura tecnología de conexión móvil a la Internet. La previsión es que esta nueva red móvil entre en funcionamiento en unos seis o siete años, pero desde 2022 el país ya se anticipa a ello. En aquel momento, 5G aún estaba comenzando a operar en Brasil, por lo que había poca información sobre cómo evolucionaría la tecnología.

“El principal reto fue dar el puntapié inicial y organizar las ideas sobre cómo sería la arquitectura del 6G. Después de la fase 1, conseguimos organizar esta arquitectura y definir las principales tecnologías que la activarían”, explicó Farias.

Uno de los principales cambios de la 6G es el importante aumento de la velocidad de conexión a la Internet. La tecnología podrá alcanzar velocidades de 1 a 100 Gbps, y teóricamente 1 Tbps, en comparación con el límite de 1 Gbps del 5G. Este cambio permitirá la integración de nuevos usuarios, recursos y aplicaciones.

 “A medida que este ancho de banda se expande, aumenta la posibilidad de integrar no solo nuevos clientes, sino también nuevas tecnologías. Eso permitirá ofrecer nuevas aplicaciones”, señala Farias, añadiendo que el 6G no se desarrollará solamente para clientes de tecnología móvil (usuarios de teléfonos móviles). “Las industrias, granjas y otros sectores también utilizarán la 6G, debido a la ampliación de los recursos”.

 

La primera fase del programa duró hasta 2022 y discutió el modelo arquitectónico de la nueva red, las principales tecnologías habilitadoras y los principales usos. Luego, los investigadores entraron en la segunda fase del proyecto, prevista para finalizar en julio de este año, que se centró en comprender cómo funcionará esta evolución de la conexión móvil y en construir un banco de pruebas (testbed) de una tecnología que aún no existe. Las pruebas se llevaron a cabo en un modelo de granja inteligente.

 “Aunque todavía no existan equipos en el mercado para soportar el 6G, comenzamos a construir un testbed que trabaja con varias tecnologías del 5G, pero con una arquitectura de gestión y software pre-6G. Esto es para tener una idea de cómo funcionarán dentro de seis, siete años. Teníamos cerca del INATEL una granja modelo donde se realizaron varias pruebas. El gran desafío fue entender la tecnología y su alcance”, afirmó Fernando Farias.

Ahora, la tecnología Brasil 6G se prepara para entrar en su tercera fase. La idea es llevar el ambiente de pruebas a otras regiones de Brasil y evaluar aspectos de una infraestructura 6G multirregional. La nueva etapa debe comenzar en el segundo semestre de este año. “El principal objetivo es ampliar este banco de pruebas. También tendremos un aumento en los recursos de GPU, recursos de nube y de borde, computación de alto rendimiento (HPC), antenas, todo disponible para que los investigadores puedan trabajar. Se estima que ella tenga una duración de dos años”, concluyó Farias.