*Por Joaquim Fanton

Al inicio de octubre de 2016, estuve en Santana do Acaraú, donde acepté una red más del proyecto Ciudades Digitales. Se trata de una municipalidad de Ceará, con poco más de 30 mil habitantes, que está a 267 km de distancia de Fortaleza y a 28 Km de Sobral.

La expectativa de la población de Santana do Acaraú con respecto a la red de cables ópticos allí implantada era grande. Mayor que en muchas de las ciudades anteriormente inspeccionadas. Y tiene una buena razón: allí, la red es totalmente subterránea. Su implantación se precedió de obras de infraestructura que requirieron el empleo de tractores y de máquinas perforadoras de grande porta. Tuvo ruido y humo por allá, por mucho tiempo. Y es seguramente que la población de la ciudad, quienes han acompañado y han sufrido con las obras estaba curiosa con relación a la red.

Después de construida, al revés de las redes ópticas hoy existentes en las capitales y grandes ciudades brasileñas, la red óptica de Santana do Acaraú quedó totalmente invisible.

La red óptica implantada por el Ministerio de la Ciencia, Tecnología, Innovaciones y Comunicaciones (MCTIC) en Santana do Acaraú accede a 24 locales y dispones de tres puntos de atención al público.

Las actividades de inspección incluyeron la visitación de todos los puntos de terminación, que abarcaban secretarías municipales, hospital, puestos de salud y escuelas. Una de ellas es la escuela João Cordeiro, incluida en este reporte.

El establecimiento corresponde al PAG-02, punto muy importante de la red. Llegamos temprano y nos direccionamos directamente a la sala de equipos. Cuál fue nuestra sorpresa cuando descubrimos que esos tenían sido instalados en un aula, que estaba en plano funcionamiento en aquel momento. Por la ventanilla de vidrio de la puerta, vimos el rack del equipo, el aula llena de niños y decidimos dejar la inspección para otro momento.

Pero, a través del mismo postigo, la profesora también no miró. Abrió la puerta y nos invitó a entrar. Pedimos perdón. Dijimos que volveríamos más tarde. Pero dueña Sônia Carneiro no nos dejó irnos. Por fin entramos. Ella dijo que nuestra visita era muy oportuna. Que estaba a enseñar Educación Moral y Cívica y que los niños estaban a preguntar para qué servía aquella caja en la pared. Era un aula del tercer año. Casi 20 niños, en la franja de los nueve años de edad. En la foto, aparece solamente la mitad de ellas. No cupo el aula toda.

En pocos minutos, conté para ellos que las comunicaciones siempre fueron muy importantes para la vida en sociedad y que, milenios pasados, los hombres ya se comunicaban con sus vecinos. Usaron señales de humo, tambores, banderas, e los medios se perfeccionaron hasta llegar al teléfono. Y éste está dando lugar a la caja en la pared. Que ella era muy importante y que ellos necesitaban ayudar a cuidar de ella.

No sé si entendieron mucha cosa, pero, por las sonrisas, se podría ver que quedaron muy contentos de ser llamados para ayudar.

Felicitaciones a profesora Sônia. Ella enseña niños a convivir en sociedad después de crecidos. Está plantando en suelo fértil semillas de solidaridad y de justicia. De aquí a diez o quince años, Santana do Acaraú cogerá los frutos de esta plantación.

En aquel momento, me vinieron a la cabeza enseñanzas que recibí de Dueña Linda, mi profesora del tercero año primario en el Grupo Escolar Paulo Thomaz da Silva, allá en Itatinga, interior de São Paulo.

Escuelas primarias modestas ubicadas en ciudades pequeñas necesitan enseñar no sólo el ABC, historia, geografía y aritmética. Necesitan invertir también en la formación moral de los alumnos. Actuando de tal manera, están a construir un futuro mejor para todos los brasileños.

¡Un buen ejemplo a seguirse! 

*Joaquim Fanton es un ingeniero eléctrico de la Universidad Federal de Paraná (UFPR), con 38 años de experiencia en redes ópticas. Él fue un ingeniero de redes de la Compañía de Telecomunicaciones de Paraná (Telepar), de Telecomunicaciones São Paulo (Telesp), Telebras y el Centro de Investigación y Desarrollo en Telecomunicaciones (CPqD). En la actualidad, se desempeña como consultor de la RNP y participa en la implementación de redes metropolitanas de fibra óptica, bajo el Programa de Ciudades Digitales. Al caminar por el campo, acumuló historias que serán compartidas en este sitio web.

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