Si conocimiento es poder, luego el acceso al conocimiento también es una manera de dominación. La difusión de conocimiento humano siempre estuvo limitada a los variables tiempo y espacio. Sin embargo, las innovaciones tecnológicas han roto las estructuras convencionales de poder, llevando oportunidades al alcance de todos. A pesar de la revolución móvil no haber notado aún su potencial en la democratización del acceso al conocimiento, ella está directamente conectada a aspectos sociales, económicos y políticos. El Foro RNP de este año recibe el investigador de EDUCAUSE, Christopher Brooks, que estudia las repercusiones de la tecnología en los sistemas educativos. En la entrevista a continuación, Brooks da una previa de su conferencia el día 26/8, a las 16h40.

¿Cómo la tecnología influyó en el sistema educativo en el mundo?

En una perspectiva histórica macro, innovaciones tecnológicas han influido en la educación de manera significativa. Escrita, papel, papiros, libros, máquinas de impresión, pizarra, tablero, teléfonos, máquinas de escribir, Fordismo, televisiones, computación y ordenadores personales, dispositivos móviles e internet han formateado los sistemas educativos a lo largo de sus respectivas eras y siguen dejando su marca hoy en día.

A pesar de esas tecnologías haber producido eficiencia y perfeccionamiento en el aprendizaje y gradualmente democratizado el acceso al conocimiento, la tecnología es ajena al proceso de aprendizaje y no alteró fundamentalmente el proceso psicológico y biológico de aprender. Al contrario de eso, la innovación tecnológica funcionó como un catalizador para la descubierta de nuevos acercamientos de educación y aprendizaje, produciendo cambios en paradigmas pedagógicos y minando la sabiduría convencional.

En ese último punto, es importante notar que cada una de esas innovaciones resulta no sólo en beneficios para el empeño educativo, sino también para imprevistos y consecuencias indeseables. Los dos son verdaderos y evidentes al llevar en cuenta el impacto de la tecnología móvil en los acercamientos sistémicos en educación.

¿Cómo el crecimiento de la movilidad puede contribuir para el desarrollo del sistema educativo en los próximos años?

El futuro de la tecnología móvil ofrece para la educación la posibilidad de aprendizaje en cualquier lugar, en cualquier tiempo, para cualquier uno. En general, el mayor obstáculo para la democratización del aprendizaje móvil, en ese momento, es el acceso a las tecnologías y las redes necesarias.

El EDUCAUSE tiene diversos trabajos que apuntan mejorías en el aprendizaje y en la educación por el uso de sistemas e-learning. ¿Usted cree que esa ya es una realidad en Brasil?

Yo sé que Brasil ha dado grandes pasos con relación a la educación superior y expandido la infraestructura que apoya los sistemas e-learning en los últimos años. Infelizmente, yo desconozco cuanto esos esfuerzos fueron bien sucedidos en extender el acceso a oportunidades a través del e-learning en Brasil, en especial en el medio rural.

Dicho eso, es evidente que el e-learning puede ser tan eficaz como la educación presencial y que las relaciones entre los alumnos y entre el alumno y el contenido estudiado son más importantes que la relación entre el alumno y el instructor. Si y cuando Brasil llegar al punto de proveer oportunidades en e-learning difundidas, yo estoy confiado de que habrá impactos positivos en la educación y en el aprendizaje.

¿Cómo los investigadores brasileños pueden contribuir para que esos métodos se conviertan en realidad en nuestro país?

Como investigador, creo que la necesidad de replicar estudios básicos conducidos en Europa, en los Estados Unidos, en Australia y en otros países para entender cómo el e–learning está funcionando en Brasil. (Yo creo que va a funcionar de manera similar, en gran parte, porque no hay ninguna razón para pensar que mecanismos de educación y aprendizaje en uso con la ayuda de tecnologías educativas son fundamentalmente diferentes en contextos culturales distintos).

Con la investigación de base reproducida, investigadores brasileños deben estar libres para explorar una serie de intervenciones y cuestiones que surgen en el entorno educativo de Brasil de una manera sistemática y científica. Sobre ese último punto, quién es del área necesita relevar la anécdota e implementar metodologías de investigación empíricas para analizar datos de manera cualitativa y cuantitativa, para crear estudios de caso para lo que funciona o no, y porqué. Eso es, en mi opinión, lo más importante que debe ser llevado en cuenta en la medida que los programas de investigación avanzan.

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