MobiLysa: autonomía, confianza y movilidad para los discapacitados visuales
No importa si usted es de la época de los "Jetsons", "Volver al futuro" o "Transformers". Seguramente ya se ha imaginado cómo sería la vida en el futuro, con los robots como parte de la sociedad. El futuro es ahora y los impactos positivos que la tecnología puede traer a la movilidad de los que necesitan apoyo para la movilidad ahora se pueden resumir en un solo nombre: MobiLysa.
Seleccionado en el pliego de condiciones de I+D de RNP de 2019, el proyecto tiene como objetivo central aumentar la autonomía y la confianza de los discapacitados visuales, ampliando las opciones de uso del robot Lysa1ue ya existe, desarrollado por el startup del Espíritu Santo Vixsystem. Solo, él es capaz de ayudar al usuario en la ardua tarea de evitar obstáculos que están adelante, alrededor o incluso arriba. También puede advertir si hay un agujero o algún declive repentino, como peldaños. Sin embargo, no tiene la capacidad de guiar a una persona a la ubicación deseada. Para esto, el usuario aún depende de la ayuda de terceros o de un navegador como el teléfono celular.
Fue a partir de esta limitación que se concibió MobiLysa, un servicio de localización y navegación para el robot Lysa en ambientes interiores. Por lo tanto, un usuario que se encuentra en una ubicación que tiene el sistema puede pedirle al robot que lo lleve hasta un determinado local. Esta solicitud se realizará a través de la interfaz de voz u otro tipo de aplicación, como un teclado táctil. Enseguida, Lysa lo guiará a su destino deseado, advirtiéndole y evitando obstáculos cuando sea necesario.
El proyecto se está desarrollando para que funcione en espacios cerrados como centros comerciales, museos, escuelas, etc. Esto se debe a que en estos lugares no es posible utilizar el GPS con precisión. Estos entornos se transformarán en espacios inteligentes con una infraestructura basada en la visión computacional. La idea es aprovechar la estructura de las cámaras de vigilancia, generalmente ya instaladas en estos lugares (o complementar con nuevas cámaras) y utilizar las imágenes para ubicar en tiempo real y planificar una trayectoria para que el robot pueda guiar al usuario al destino final.
Uno de los diferenciales de MobiLysa es que, para disfrutar de este sistema, no será necesario tener un perro guía, que es único para cada usuario. Los locales que tienen este sistema podrán ofrecer a cualquier usuario con discapacidad visual esta facilidad. Si el usuario ya tiene su propia Lysa, él solo necesitará conectarse al espacio inteligente del lugar (lo que incluso se podrá hacer automáticamente) o el lugar podrá ofrecer una Lysa para que este cliente la use durante todo el tiempo que esté ahí.
“Creemos que el uso de Lysa podrá ser más extendido que los perros guía, que cuestan alrededor de R$ 50.000,00 y tienen una vida útil de cuatro a cinco años. Todavía no tenemos el costo exacto del robot Lysa, pero será alrededor de cuatro, cinco veces menor que ese valor y también tendrá una vida más larga que la del perro. Además, podrá guiar al usuario literalmente a la ubicación deseada. Lo único que Lysa nunca podrá hacer es reemplazar el vínculo afectivo que un perro guía puede desarrollar con su dueño”, explica la coordinadora del proyecto y profesora de la Universidade Federal do Espírito (Ufes), Raquel Vassalo.
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