Presidente de la SBPC habla de la realidad y de los retos de la ciencia brasileña
Brasil está en la 69º posición en el ranking de las economías más innovadoras del mundo, de acuerdo con el Índice Global de Innovación 2016. Lanzado recientemente por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (Ompi), el estudio evaluó 128 países y mostró que, mismo quedando en octava posición en porcentaje de transferencia tecnológica y en 17º en los gastos en P&D de las grandes empresas, nuestro país aún sigue alejado de los grandes players globales en innovación, principalmente por la baja tasa de transformación de investigaciones en aplicaciones comerciales.
En la apertura del segundo día del Fórum RNP, la presidente de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), Helena Nader, presentó la realidad y los retos de la ciencia brasileña, basada en nuestro estudio. Vea a continuación el análisis de la presidente acerca del rol de Brasil en el escenario de P&D mundial.
¿Cuáles son los principales puntos fuertes de la ciencia brasileña cuándo se habla en innovación?
Cuando hubo inversiones permanentes y estructuradas en P&D, la ciencia brasileña he mostrado excelentes resultados en innovación. Brasil se convirtió líder mundial en detección y prospección de petróleo en aguas profundas. Las inversiones en educación y ciencia con la creación del ITA (Instituto Tecnológico de Aeronáutica) resultaron en el crecimiento de la ingeniería aeronáutica, poniendo la Embraer como el tercera mayor fabricante mundial de aviones. En el agronegocio, Brasil es líder mundial en la producción y exportación de granos, incluyendo soya, frutas tropicales, además de uno de los principales exportadores mundiales en pecuaria y avicultura. Otro ejemplo más reciente fue la respuesta de la ciencia brasileña al diagnóstico y relación del virus de la zika con la microcefalia en fetos de madres infectadas, así como producción de vacunas, incluyendo la del virus de la dengue.
¿Y los principales problemas enfrentados?
Ciencia, tecnología y innovación en el país enfrentan muchos problemas, que son desde la financiación hasta la falta de comprensión de los marcos regulatorios, sea por la sociedad civil sea por órganos de control. Hoy tenemos un nuevo marco legal, el que podrá impactar positivamente la agenda de CT&I, sobre todo en la relación entre el sector público y privado, entre universidades, instituciones de investigación y empresas con base tecnológica. La financiación a las actividades de P&D en Brasil además de ser instable, se encuentra en un nivel muy bajo: cerca del 1,05% del PIB, cuando debería estar próximo del 2%, como ocurre en países de economía similar a la brasileña. También, hay la necesidad de una política robusta que articule el desarrollo científico y tecnológico con lo industrial.
¿De qué forma podemos intentar solucionar esas cuestiones para Brasil innovar más?
No es suficiente haber esfuerzos enormes de la academia y de la industria para proyectos en colaboración. Necesitamos tener una política de desarrollo que defina los sectores en que queremos crecer y cuánto necesitaremos en inversiones para ello. Ya fue así con el petróleo, la aeronáutica y el agronegocio. Y ese es un modelo global. Vea, por ejemplo, que las industrias automovilística y de electro-electrónicos de Corea del Sur se convirtieron globales, porque esa fue una decisión del país, con la participación del gobierno, de la industria y de la academia. Hyundai, Kia, LG y Samsung no han surgido solamente porque el mercado los quiso. Hubo una decisión de política macroeconómica coreana.
¿Cómo la RNP puede ayudar a enriquecer aún más el ambiente de P&D del país?
La RNP, por definición, es un instrumento para enriquecer el ambiente de P&D en Brasil. Las tecnologías de información y comunicación tienen una característica tal vez impar: ellas son, en si, innovadoras y, al mismo tiempo, indispensables para que todos los sectores también puedan innovar. Entendiendo que las TIC están en forma y en el contenido de la RNP, mi expectativa es que la organización siga expandiendo sus actividades y sus servicios para la comunidad de ciencia y tecnología en el país. Una buena manera de medirse la importancia de alguna cosa es pensar cómo quedaríamos si ella dejase de existir. Es impensable el sistema nacional de ciencia y tecnología sin la RNP. Entonces, deseamos una organización cada vez más fuerte y actuante.